¿Cuál es tu teoría criminológica favorita? preguntamos a nuestra comunidad en Twitter hace unos días. Y la respuesta mayoritaria fue… la teoría del aprendizaje social, con el 44% de los votos, frente a las de la elección racional (17%), las subculturas delictivas (14%) y el etiquetamiento (25%).

La teoría del aprendizaje social sostiene que las personas aprenden nuevas conductas a través del refuerzo o castigo y de la observación de su entorno. En el experimento del muñeco Bobo, de Albert Bandura, se observa cómo el comportamiento agresivo se aprende mediante la exposición a modelos: “El origen de la agresión puede encontrarse en el aprendizaje por observación o por ejecución forzada. Sin embargo, para que ésta se exprese, son necesarios una serie de instigadores, como amenazas, insultos, asaltos físicos e instrucciones, y reforzadores de la agresión, por ejemplo recompensa observada, castigo observado, justificación moral, deshumanización de la víctima, entre otros.”